El G-8 y la reanudación de un proceso de paz

13-06-2007
De acuerdo con los especialistas en creatividad, quienes se entrenan permanentemente para generar nuevas ideas están más preparados para ver y sacar provecho de las oportunidades que traiga consigo el azar o los acontecimientos inesperados. No obstante, siempre es importante saber qué se quiere. Hoy, Colombia puede estar al frente de una de esas oportunidades, aunque de momento esta no ha sido realmente apreciada.

De las declaraciones del G-8 sobre Colombia se desprende. Que Sarkozy sacó provecho del anuncio de excarcelar guerrilleros de las Farc para lograr la excarcelación de 'Rodrigo Granda', una ficha que podría ayudar en el impulso de la liberación de Íngrid Betancourt. Y que Uribe con esa decisión se encontró de sopetón con el respaldo y la oportunidad internacional de iniciar un proceso de paz con las Farc, el problema es que tal vez no aprecie esto en toda su envergadura o prefiera, en un arrebato de orgullo equivocado, dilapidarlo.

La cumbre de los 8 países más poderosos del mundo tenía en su agenda el desarrollo de varios temas de grueso calibre: establecer metas ambientales para contener el calentamiento del planeta, continuar el diálogo sobre la estabilidad de la economía mundial y la lucha contra la pobreza en África. Y a esto se sumó la expectativa por lo que pudiera pasar entre Bush y Putin en el complicado asunto del escudo antimisiles que Estados Unidos quiere instalar en Polonia y República Checa.

En este apretado contexto, el presidente de Francia logra que sus homólogos incluyan en los dos últimos párrafos del resumen del encuentro un respaldo a la decisión del Presidente de Colombia de excarcelar a "un significativo número de prisioneros, incluyendo al señor Rodrigo Granda, como un positivo paso humanitario". Y un "llamado a las Farc a considerar urgentemente los pasos que contribuirían a una solución humanitaria que conduzca tanto a la liberación de los rehenes de las Farc, como de los guerrilleros que todavía no han sido liberados".

Es un mensaje escrito con tacto. El G-8 no exalta demasiado al mandatario colombiano ni tampoco arrincona a las Farc. Pero sí refuerza el influjo de Sarkozy a la hora de tratar con ambos. "Nosotros exhortamos a todas las partes involucradas a continuar haciendo el mejor uso del apoyo francés, español y suizo con respecto a esto". Sarkozy tiene claro que quiere la liberación de una ciudadana francesa y también que para lograrlo debe ser cuidadoso con las partes en conflicto.

Estas claridades del lado francés no se encuentran del lado colombiano. La excarcelación de guerrilleros de las Farc nace aparejada y como contrapeso a la propuesta de excarcelar a los políticos cercanos al Gobierno, a los funcionarios, a los empresarios... que están siendo o que lleguen a ser procesados por haber tenido vínculos con los paramilitares.

No obstante, a esa excarcelación el gobierno le colgó razones de toda índole. Una razón superior de Estado. Una maniobra "audaz" para desprestigiar a las Farc internacionalmente mostrando que a esta lo que le importa es el show del despeje de varios municipios y no la libertad de los secuestrados. Un gesto para la reconciliación, la verdad y el acuerdo humanitario. Y, al final, que se efectuaba como "un gesto humanitario unilateral".

Razones de todo tipo. Pero ninguna aludía a encontrarle salidas al mayor problema de todos los problemas: el conflicto. Entrenado para lo inmediato, para apagar los incendios del día a día, al gobierno quiso olvidar la médula del asunto. Tuvo que venir el G-8 a recordarle lo que para el mundo es evidente. "Expresamos nuestra esperanza de que una solución humanitaria se convierta en un camino para la reanudación de un proceso de paz, que beneficie a toda la sociedad colombiana".

En consecuencia, por azar o por lo que fuere, hoy el país tendría al frente una oportunidad impensada de reanudar un proceso de paz y de arrancar en serio el camino del posconflicto con un apoyo más fuerte de la comunidad internacional. Ahora sólo faltaría ver si su principal representante es realmente tan audaz como para capitalizarla.

>>Publicado originalmente en:
http://www.eltiempo.com/opinion/columnistas/otroscolumnistas/ARTICULO-WEB-NOTA_INTERIOR-3594563.html